lunes, 23 de mayo de 2011

Ya la cosa agarra forma!!

Ya no es el padrino que ya lo tenemos, ahora es el sitio, ¿dónde rumbearemos?

Estamos a la caza del lugar del templete. Un sitio bonito, cómodo y "de precio solidario" parece que Nebo en Los Naranjos es indicado para la ocasión y el estilo de lo que queremos hacer. Aún estamos por confirmar. Pero si saben de un sitio en el Este de Caracas que reúna las condiciones para celebrar una boda para 100 personas en Octubre no dejen de escribir!!

Ahora estamos en la época de las degustaciones y me encanta. Los Tequeños, reyes de los pasapalos, los he probado de todos los sabores y variaciones posibles y el paladar lo agradece, probé unos de plátano y otros de jojoto en compañía de la madrina, el novio y mi mamá con un espumante Freixenet Brut cordón negro y un Pol Clément Brut. Habría que probar el Demi Sec a ver qué tal. Pero aún así me quedo con los clásicos tequeños con hojaldre y quesito por aquello de que los clásicos nunca pasan de moda. Otro ganador de la noche que arrasó con el gusto de los presentes fué el antipasto de berenjena de mi mamá sobre pancitos. Queda contratadísima y además es algo que se puede elaborar y almacenar con tiempo. Luego queda por definir que si los minidulces, que si las gelatinas, que si los bombones...tengo que controlarme o NO CABRE EN ESE VESTIDO!! (el cual por cierto, sigo a la caza de un vestido bonito y no muy cariñoso, yo sé que el vestido es especial pero me lo voy a poner una sola noche, Jesús! no puede costarme casi tanto como el alquiler del sitio!)

En cuanto al line-up del cortejo, hasta ahora queda así.

El equipo de bateo:

Gallego
El Pibe
Leiro
Omar

Las corredoras designadas:

Jessica
Zanith
Leanig
Leidy

La madrina del equipo:

Wendy

El Manager:

Estevez

Las criollitas:

Paola
Ana
Luisana
Antonella

Y bueno, los novios: Hernán y Carolina.

Luego queda elegir la música, la banda, el dj, los cotillones, los arreglos, la decoración, el matrimonio civil, el vestuario del cortejo+el novio y la novia, las invitaciones, etc, etc, etc...esto va para largo y tendido!

Pero como diría el gran Eudomar Santos: "como vaya viniendo, vamos viendo".

domingo, 1 de mayo de 2011

Cuando el tiempo de Dios es perfecto.

Ayer tuve un día agitado. Había que ir a varias tiendas, hacer compras, aprovechar el día en arreglar detalles relativos a la boda...y ayer por fin, empecé a definir los distintos roles de la gente que va a participar en la ceremonia. La madrina oficial del evento es Wendy, la prima-cuña, la que nos reunió a Hernán y a mí para ir a "beber algo por ahí".

Hoy descansandito me enteré de la beatificación de Juan Pablo II, el papa que seguramente más de un cristiano extraña, con su carácter humilde, amable, accesible, incansable...y su día en el santoral será el 22 de Octubre. ¡Qué conveniente! Dios demuestra que su tiempo es perfecto y en tan bonita fecha estaremos reunidos para recordar a su siervo, al amigo viajero en su mensaje de unión, paz, amor y sencillez. De verdad me da mucha alegría esta Gracia Divina que se nos ha otorgado. Una debería bendecir la vida por el solo hecho de haber sido tocada por personas tan especiales como Juan Pablo II y tantas otras personas que enriquecen y elevan nuestro espíritu.

martes, 5 de abril de 2011

Confirmación

"Señor,
he mirado tus ojos,
sonriendo,
has dicho mi nombre.
En la arena,
he dejado mi barca,
junto a tí,
buscaré otro mar."

La tarde estaba calurosa, pero la febrilidad de mi cuerpo poco tenía que ver con la temperatura. Empapada de sudor como estaba, me sentía nerviosa e inquieta, los actos de Fe siempre me ponen así. Tenía 3 semanas recibiendo catequesis y sin embargo me sentía insegura y frágil en la ceremonia. ¿No se supone que al madurar tenemos mayor control de nuestras emociones? parece que no. Tampoco le encontraba sentido a ejercer un control que precariamente tenía en ese momento. Rezamos, entonamos los cantos, nos unimos las manos en señal de Paz, escuchamos las lecturas, comulgamos... y sin embargo todo era confuso para mí. Mi madrina, quien me bautizó hace algunos años ya estaba sentada a mi derecha en los bancos opuestos, había llegado incluso antes que yo y parecía aún más nerviosa que yo cuando no había llegado. Entonces escuché el canto que abre este post y se me aguó el guarapo. Me recordaba el sueño, me recordaba que no tenía quién me entregara en el altar, me recordaba los vacíos y ausencias de mi vida, justo en días como ése, cuando todo lo que esperaba era que Dios estuviese realmente allí acompañándome. De eso se trataba la ceremonia, reencontrarme con mi Fe, esa que profesamos en conjunto como iglesia pero que cada quien individualmente sabe cómo y en qué grado de intimidad y compromiso milita en ella y cuánto necesitamos del auxilio divino cada día para vivir. "Ustedes serán soldados de Dios. Han sido llamados para recibir el Don del Espíritu Santo a través de la imposición de manos y la marca de la cruz por medio del Santo Crisma". Un momento de absoluta solemnidad cuyo acento riguroso ya había impuesto el padre Manuel.
Algo debió escucharse allá arriba durante toda la misa porque al llegar el momento de ser presentada ante Monseñor, estaba en completa calma. La marea de emociones se había retirado por completo y dejaba en mí un bienestar, un sabor de superviviente, la que soy y espero seguir siendo. Allí estaba monseñor cubriendo mi frente con su mano y sentí sus dedos marcando la cruz. Pero lo importante ya estaba pasando: Dios estaba allí en esa presencia tan conciente como cuando me acompañó en el sueño. Supe que siempre habrían momentos difíciles y los sinsabores me entristecerían pero Él estaría ahí para infundirme la templanza y sabiduría necesaria para superarlos. No importaba en realidad lo que yo pensara de cada situación alegre o triste, al final siempre sería lo que Él habría destinado para mí desde siempre. Al final siempre probaría mi espíritu, para ver si puedo mejorar aunque sea un poco cada día, siempre estaría intentándolo conmigo aunque me equivoque, y yo siempre debería procurar estar con Él y eso era lo más importante. Nada era más real o necesario en mi existencia.

"El Señor es mi Pastor, nada me falta"

sábado, 19 de marzo de 2011

José.

En estos días estoy superocupada entre el trabajo en la oficina, los preparativos para el acontecimiento oficial de este blog, el trabajo en la casa y las clases de confirmación porque...(¡¡ejem!!) yo no me he confirmado aún. No estoy tan sola, hay como 30 personas adultas más en el mismo "status" en las clases que recibo. Básicamente las clases de confirmación te orientan acerca de los principales dogmas de la religión cristiana católica y sus principales referencias. Hablamos anteayer del dogma de Cristo como Hombre y Dios a la vez. ¿Suena simple no? Jesús el Hombre que celebró en fiestas, que ayudó a su padre en la carpintería, que lloró a sus seres queridos aún cuando podía resucitarlos, que amó, sufrió y finalmente murió como todos nosotros. Jesús el Dios que hizo milagros, que predicaba el Reino de los Cielos, que expulsaba demonios, que practicó la resurrección, que nos salvó a todos con su Fe y Su Poder, que resucitó de entre los muertos y subió a los cielos. Ahí está nuestra hermandad y coherencia. Después de todo los seres humanos somos cuerpo y alma, Fe y Ciencia, fuerzas que parecen contraponerse pero en realidad se complementan. Con esas ideas recé y me fuí a la cama.

Lo siguiente que recuerdo es una playa paradisíaca venezolana blanquísima como en las pinturas del maestro Reverón, donde un sol brilla con tanta fuerza que los colores se diluyen en un día eterno sin nubes. Podría ser Turiamo, La Orchila, Los Roques o Caracolito. Sobre el mar sin olas un sencillo peñero de pescador llevaba a un hombre moreno por el sol, delgado en un cuerpo sin edad, apenas cubierto por un taparrabos de lino. No parecía necesitar nada más, sin sed, sin hambre, sin cubrirse los ojos del sol, sin necesitar más que su peñero y su taparrabos, como quien no siente las urgencias de su cuerpo. La luz brillaba sobre sus hombros y sobre su ondulado cabello negro como en una foto de alto contraste. Lo vi de espaldas y no pareció notar mi presencia, abstraído como estaba viendo el horizonte, parecía hipnotizado por el vaivén de las olas. De pronto volvió la cabeza, me miró por encima del hombro con toda tranquilidad, con el mismo gesto concentrado que tenía cuando tocaba el órgano y reconocí su perfil: un gesto leve apenas para reconocer mi presencia que parecía decírmelo todo y nada a la vez. Estaba en presencia de El Padre, y a la vez de mi padre. Porque no estábamos solos: alguien más estaba con nosotros y esa presencia me hablaba muy cerca, junto al oído: "Ahí está, ¿lo ves?"  No necesitábamos hablar para perturbar aquel silencio sagrado.  En eso llegamos a la orilla de la playa. Mi papá se recostó cómodamente sobre la arena, que tampoco estaba muy caliente y cerró sus ojos, descansando mientras la luz del día lo bañaba, ya nada más importaba. Ni el peñero, ni la playa ni nosotros dos. Entonces me dí cuenta que pese a que su rostro era el mismo, su cuerpo era el de Cristo, sin estigmas ni cicatrices ni señales de tortura, pero era igual al desnudo. La presencia me dijo apenas: "Aunque está delgado, se fortaleció con las penas. Ya no verás hombres así." y así acabó.

Tenía tiempo sin verte José, y decidí que en este día de nuestro Patrono Protector de la Sagrada Familia era bueno dedicarte estas líneas. Pronto se harán tres meses desde que abandonaste tu cuerpo en las profundidades de la tierra y se elevó tu espíritu a las alturas de la eternidad. Fué bueno verte otra vez, y si no vuelvo a verte, sabré que estás por allá en las riberas del cielo, en presencia de la Luz Divina que te consuela y acompaña siempre. Aunque ya no me puedas entregar en el altar, espero que estés ahí, de algún modo.

sábado, 26 de febrero de 2011

El fin y el comienzo.

Los profetas, astrólogos, videntes y demás seres conectados con la religión y metafísica siempre hacen fechas tentativas del fin de nuestra existencia en la tierra. Yo tengo una tesis muy particular al respecto a raíz de hechos muy recientes.

Pienso que el principio y fin del mundo se resume en las personas. Así como en el caso de mi centenario abuelo "Don Jesús" que vivió una Caracas con techos de todos los colores y con todos los gobiernos, el mundo que vivió gente como "Don Fausto" pertenece a un tiempo que no hemos visto ni veremos jamás. No lo llegué a conocer personalmente, pero sus luchas políticas, su trabajo, sus tierras, su vida, son fragmentos en el espacio-tiempo que pasaron y aún tienen eco en todas las personas que lo conocieron. En su cumpleaños número 100, por allá en el Valle de Majes, el abuelo de Hernán tuvo noticias del compromiso de su nieto y lo recibió como "la mejor noticia del año". Ese día hubo brindis y celebración en honor a sus años y a las buenas nuevas. Con su partida, el vivo testimonio histórico de la familia Palacios y del propio Perú se ha ido, pero persiste en quienes lo conocieron, lo amaron y compartieron con él.

El fin del mundo sucede todos los días, cuando alguien cierra sus ojos para siempre, pero la eternidad empieza con los recuerdos de sus seres queridos que dan fe de su existencia.

Hasta Siempre, Don Fausto.

sábado, 19 de febrero de 2011

Sorpresa!!

Cosas increíbles han pasado estos breves días desde que estoy oficialmente comprometida. Es empezar con el corre-corre de los trámites para el matrimonio civil, la boda eclesiástica, determinar el cómo, cuándo, dónde y con quiénes, cosa extraña esto de sentirme como quien se va a una aventura y sin embargo es muy serio resolverlo en cortísimo tiempo...este año está corriendo la maratón con pasos de gigante.

Lo bueno es encontrarme con la sorpresa de mucha gente que se ha alegrado con nuestra alegría y se ha emocionado con nuestras emociones. Es una de las cosas más bonitas que he experimentado en años, el calor de la gente, los buenos deseos...como Navidad en Febrero. Me agarro duro a las buenas vibras de la gente, desde mi mamá hasta las personas más remotas, trato de acumularlas y hacer de ellas un talismán y le rezo a Dios para que todo salga como debe ser. ¡Claro que estoy asustada! pero la única forma que conozco para tratar con mis miedos es persignarme y "pa´lante es pa´allá."
Una de esas cosas bonitas ha sido la reunión sorpresiva para celebrar nuestro compromiso que organizaron los amigos de Hernán y a quienes yo tomé "prestados" hace años. ¡Los llevo con cariño en el hotel de mi corazón muchachos! lástima que mi pinta no podía ser más deportiva porque pensaba ir a nadar como cada martes y jueves...y por lo tanto, mi anillo tampoco estuvo ahí para atestiguar el compromiso, motivo por demás para echar broma all night long. Otra cosa memorable han sido las llamadas de las amigas y familiares emocionados con el anuncio. Mi cuñada (ahora sí, con todas las de la Ley) me llamó primero que nadie para felicitarme. No sólo es mi pana hace muchos años, además va a ser mi familia. Una amiga que me conoce hace media vida atrás también compartió mis emociones. Mi hermana desde el Reino Muy Muy Lejano asomó la posibilidad de visitarnos con motivo de la celebración. Total que este compromiso ha sido la afirmación de todos los vínculos afectivos, de todos aquellos que conforman mi vida, desde lejos o muy cerca, nos ha unido aún más en un acto sincero de comunión. Y eso es lo que quiero en mi boda. Puede que sea más bien modesta, pero quiero que todas esas personas especiales estén ahí, cerquita, para que esta familia nazca bajo una buena estrella.

Y hablando de estrellas, ojalá desde arriba esas personas que hace muy poco se fueron puedan contemplar nuestra alegría y nos puedan dar su bendición también.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Flecha con punta de oro, flecha con punta de plomo.

Todas las culturas han rendido culto a esa emoción misteriosa, esa voluntad al servicio del otro, esa decisión conciente, esa ceguera que no ve otra cosa sino el objeto del deseo, esa incansable fuente de experiencias que es el amor. Los griegos lo adoraban como Eros, el hijo mejor conocido de la belleza, los hindúes a Lakshmi, y así sucesivamente Freya, Isis, Innana, Astarté...los pueblos antiguos identificaron la belleza con el amor y la fecundidad con el placer, todo en la figura femenina, grácil, espléndida...y voluble, ya que también solían creer que los dioses de vez en cuando usaban al amor como castigo al juntar a dos personas incompatibles, algo que inevitablemente llevaba a la tragedia. Si Eros usaba su flecha con punta de plomo en un desafortunado mortal, tendría un amor desgraciado pero inevitable, si su flecha tenía punta de oro, sería una unión feliz hasta la muerte.
Con la llegada del cristianismo las cosas cambiaron: el amor no sólo era fuente de placer o de castigo, además era fuente de milagros, sanaciones, de perdón...de dolor y sacrificio. Desde entonces la noción del amor unido al dolor ha formado un tejido de sentimientos encontrados que para muchos hace inconcebible una cosa sin la otra. Lo que muchas veces se obvia es que el amor es una decisión también. Cuando nos enamoramos nadie nos obliga a seguir a esa persona, cuidarla, protegerla, atenderla, procurar su atención y su favor para con nosotros. Es una decisión tomada. Decidimos, por razones que podemos o no explicar, que esa otra persona reúne cualidades atrayentes. Llamar, escribir, regalar, acariciar, besar, abrazar y amar no son cosas que se puedan planificar o forzar porque a la persona sencillamente "le nace" hacer eso, pero la decisión es absolutamente consciente, al igual que cuando dejamos de amar, una serie de factores negativos han sido lo suficientemente determinantes para que el cerebro diga "¿Sabes qué? ya no quiero más".

En cuanto al día de San Valentín, nadie se pone de acuerdo con respecto a quién era realmente el responsable de ese día. Algunos atribuyen el día a Valentín de Roma y otros a Valentín de Terni, otros creen que es la misma persona. Sin embargo en "Vidas de los Santos de Butler" de 1965, se puede leer:
"Valentín fué un santo sacerdote de Roma, quien, con San Mario y su familia socorría a los mártires durante la persecusión de Claudio II. Fué aprehendido y enviado por el emperador al prefecto de Roma, quien al ver que todas sus promesas para hacerle renunciar a su fe eran ineficaces, mandó a que lo golpearan con mazas y luego lo decapitaran. Esto tuvo lugar el 14 de Febrero por el año de 270..." lo profano también tiene su lugar por las mismas fechas: el 15 de febrero los jóvenes sacaban en suerte nombres de jovencitas con motivo de la celebración de la diosa Februata Juno. El mismo 14 de Febrero es el día en que "los pajaritos eligen pareja" según la creencia popular en Europa desde tiempos del escritor Geoffrey Chaucer.

Para mí el día de los enamorados este año trajo algo adicional: un anillo de compromiso que un emocionado Hernán me dió luego de cenar en nuestro restaurante favorito, a la luz de las velas...¿que si le dije que sí? pues CLARO QUE SI!! y la emoción me ha acompañado estos días, mirando mi anillo y pensando en el día en que me ponga la alianza...cuando camine hacia el altar, con la presencia de mi familia, mis amigos, y sobre todo él, esperándome.

El amor para celebrar su día se alimenta en lo sagrado y lo profano, lo humano y lo divino, necesita de la literatura y la naturaleza para conjurarse en un solo día, el recordatorio de algo que hacemos todos los días: amar.  "Amaos los unos a los otros, como yo os he amado".